Familia Solana, una historia de automovilismo

El prestigio del apellido Solana dentro del automovilismo en México existe desde principios del siglo pasado con la llegada desde España de Moisés Solana Gómez, quien siendo un importante industrial participó en “La Primera Vuelta a la Ciudad de México”.

Ello dio paso a José Antonio Solana, conocido en el medio automovilístico como “El Viejo Solana”, quien estudiara en España y Francia, donde conoció a Jean Bugatti en la década de los 20.

Así, a su regreso a México trajo consigo diversos proyectos y comienza a construir automóviles para niños en el antiguo taller familiar, donde fabricaban molinos para nixtamal.

José Antonio construye el primer auto para su hermano Ignacio y a la postre tiene dos hijos, uno de ellos el famoso piloto de la Fórmula 1, Moisés Solana, quién se cree que aprendió a conducir en uno de los automóviles que le construyó su papá cuando era un niño.

De acuerdo con el diseñador y constructor de autos Joaquín Solana, aún conservan las películas de Moisés en las que se le puede ver manejando el coche rojo, el último que construyó José Antonio en 1939, siendo el piloto que más récords tiene en México, aunque pierde la vida en una carrera en Valle de Bravo, en 1969.

Joaquín refiere que junto con Moisés aprendieron a manejar prácticamente desde los dos o tres años, siendo una gran ventaja, ya que en la actualidad, hoy los pilotos de Fórmula 1 empiezan muy jóvenes y corren en categorías pequeñas como Gokart que hoy en día rondan velocidades de 300 kilómetros por hora.

Moisés Solana tuvo la gran fortuna que su padre le construyera coches con los que logró tener un manejo rapidísimo que luego demostró siendo piloto y que se codeó con los campeones del mundo en Fórmula 1 de aquel entonces.

Notimex/Foto: Internet